Queriendo aplicar firmemente sus ideologías contra la izquierda en las escuelas, secundarias y universidades del país, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ha generado inquietud entre las autoridades educativas quienes aseguran, el gobierno busca lucha contra un enemigo que no existe.
La inquietud aumento tras las declaraciones de Bolsonaro en donde explica sus planes junto a otros altos cargos para revisar los libros de texto y suprimir las referencias hacia el feminismo, la homosexualidad y la violencia contra las mujeres.
Se presume además que el ejército podría tomar el control de algunas escuelas públicas y atacar regularmente a Paulo Freire, uno de los educadores más famoso del país y cuyas ideas tuvieron difusión mundial.
“Uno de los objetivos para sacar a Brasil de las peores posiciones a las clasificaciones educativas internacionales es combatir la basura marxista que se ha extendido en las instituciones educativas”, escribió Bolsonaro en su cuenta de Twitter.
El gobierno plantea que la verdadera lucha ideológica dará inicio con la retirada del legado de Freire de los centros educativos, ya que según Bolsonaro y otros conservadores, convierte a los estudiantes en “militantes políticos”.