Redacción/ El Nacional
El pueblo de Cuba ha perdido en 54 años de bloqueo estadounidense 125 mil 873 millones de dólares, informó este viernes el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, durante la presentación de la resolución 70/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada Necesidad de po­ner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
Indicó que aun cuando han transcurrido casi dos años del anuncio hecho por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la necesidad de levantar el bloqueo, éste aún persiste.
“El bloqueo persiste como una violación de la Carta de las Naciones Unidas, a la proclama por la paz suscrita por los jefes de Estado de América Latina y el Caribe. Es una violación de las normas de comercio y libre navegación que tiene extraordinarias connotaciones éticas; es una grave y persistente violación de los derechos humanos y provoca daños humanitarios sumamente crueles”, denunció.
“El bloqueo daña al pueblo cubano. Carencias y privaciones son el diario de las familias cubanas. No debe subestimarse el impacto del bloquea para Cuba. Es el principal obstáculo para el desarrollo nacional”, añadió.
Aclaró que “no hay sector en Cuba que no sufra las consecuencias del bloqueo. La aplicación de esta política afecta los servicios, la salud, la educación, la economía, los precios, los salarios, la alimentación y la seguridad social. No hay elemento en la vida cotidiana del cubano en que no esté presente el impacto del bloqueo”.
Hizo énfasis en la salud, sector donde, de acuerdo a mediciones hechas por el Gobierno de Cuba, sólo 12 horas de bloqueo equivalen a toda la insulina anual para los 64 mil pacientes de la isla. El bloqueo, además es extraterritorial porque aplica sanciones a terceros que tengan vinculación comercial con la nación.
Estados Unidos mantiene desde el 7 de febrero de 1962 un bloqueo total contra Cuba, que puede ser considerado como el genocidio más largo de la historia, debido a sus políticas dirigidas esencialmente a socavar puntos vitales de la defensa y la economía de la isla caribeña.