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Alejandro Santana/El Nacional.

El vino sin duda es un portador de grandes beneficios al cuerpo, aportando minerales como litio, magnesio, zinc, potasio y calcio, siendo así un aportador al fortalecimiento de los huesos, prevención de la ceguera, reducción de posibilidades de paros cardiacos, y un sinfín de beneficios.

Debido al efecto positivo sobre la densidad mineral ósea, tanto en el caso del vino como el de la cerveza, las mujeres que beben vino tienen menos posibilidades de perder masa ósea que las mujeres que no beben.

Esto revelado por un estudio  en el que participaron  2. 400 personas.

Para las personas que ingieren vino de manera moderada tienen un 30 por ciento de probabilidad de sufrir un ataque cardiaco, este, es otro de los beneficios que se obtienen al consumir vino.

Tanto el vino tinto como el vino blanco tienen la capacidad de reducir las bacterias de los alimentos, pues contiene propiedades antibacterianas.

El vino tinto protege la visión, debido al resveratrol que se encuentra en el vino, esto ayuda a detener los vasos sanguíneos fuera de control en el ojo que causa la ceguera.

El mejoramiento cardiovascular se podría tener al consumir una copa de vino tinto al día, pues disminuye la concentración de placas aterogénicas en las arterias aumentando el nivel de colesterol bueno.

Reduce el riesgo de desarrollar demencia, además de retrasar el proceso del envejecimiento gracias a las propiedades vasodilatadoras que terminan con la oxidación de las células.

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