sx2Redacción/El Nacional

La rutina en muchas ocasiones hace que las parejas pierdan el deseo sexual y terminen sus relaciones en un fracaso, pero ¿sabe cuales son las “mata pasiones” más comunes?

Problemas con tu pareja

Es muy difícil tener deseos de tener relaciones íntimas cuando estás molesto con tu pareja o no te sientes cómodo en la relación. Por ejemplo, para las mujeres la parte emocional es definitiva en nuestro deseo sexual y por eso éste puede desaparecer después de discutir o cuando no logramos entendernos con nuestra pareja. Y para muchos hombres, la rutina puede ser el peor “mata pasiones”. Priorizar el afecto, dialogar, arreglar las diferencias o hacer actividades nuevas pueden reavivar la pasión. La terapia de pareja también puede ayudar.

En otras ocasiones, hay quienes descubren que su bajo deseo sexual se debe a que ya no se sienten atraídos por su pareja o porque les gusta alguien más. Y en ese caso la sinceridad consigo mismos y con la otra persona puede ser la mejor solución.

Cansancio y falta de sueño

Si llegas a la casa muy tarde en la noche después de trabajar todo el día, ¿quién tiene ánimos para el sexo? Es muy común que tu cuerpo no se encienda tan fácilmente debido al cansancio del trabajo o porque no estás durmiendo lo suficiente.

El dormir bien y limitar tus tiempo de trabajo (cuando puedas) son la mejor solución.

Y si los tiempos definitivamente están agitados, ¿quién dijo que el sexo es la única manera de tener intimidad? Antes de dormir, pueden disfrutar del erotismo con caricias o masajes relajantes, así le darás un descanso a tu cuerpo mientras alimentas el deseo.

Estrés y depresión

Algo muy diferente sucede cuando no tienes deseos porque tu mente es la que está agotada y no se siente bien. Y para que el deseo sexual aflore nuevamente, necesitas primero estar bien contigo mismo.

Es difícil disfrutar el sexo cuando tienes la mente puesta en otros problemas. Eso es estrés. Para reducirlo, prueba algunas actividades relajantes como el ejercicio, la meditación, leer un libro, pedir vacaciones o una tarde libre.

Si tus preocupaciones o la tristeza te están agobiando, tampoco vas a sentir tantos deseos como antes. Cuéntale a tu pareja lo que te está pasando para aliviar tus emociones. O busca la asesoría de un psicólogo o un consejero espiritual, ellos también pueden darte una mano. Y si lo que tienes se debe a una tristeza más profunda (depresión), es probable que debas ver a un especialista (psicólogo o psiquiatra) para que te ayuden a superarla.

Causas físicas

Si crees que tu bajo deseo sexual definitivamente no se debe a problemas externos a ti o a tu salud emocional, tal vez la causa esté en tu cuerpo.

Algunas veces el deseo sexual se puede reducir cuando tienes problemas con tu vida sexual en general. Por ejemplo, si eres una mujer que no puede lograr un orgasmo o que sufre de dolor al tener relaciones sexuales, probablemente dejes de sentir deseos por algo que no estás disfrutando tanto. Y si eres un hombre que sufre impotencia (o disfunción sexual) o trastornos en su eyaculación, éstos pueden “matar” tu pasión de antemano pues no quieres frustrarte o dejar a tu pareja insatisfecha.

Otras personas también pueden carecer de deseo sexual cuando han sufrido situaciones traumáticas como el abuso sexual infantil o una violación cuando adultos. No es para menos, pero puede tener solución. Para recuperar la confianza en las relaciones sexuales, pueden sanar estos traumas mediante terapia especializada.

También puede ser que tu bajo deseo sexual se deba a que estás pasando por etapas de cambios hormonales, como la menopausia en el caso de las mujeres, o disminución en la producción de testosterona en el caso de los hombres. O también puede ser que se deba a que estás tomando ciertos medicamentos.

En estos casos, lo mejor es ver a un médico para que te ayude a encontrar la causa de tu problema y su solución. Muchas personas lo hacen, así que no temas consultar a un especialista por estos temas. El tener una vida sexual satisfactoria es importante para tu bienestar y tu vida, y merece toda tu atención.