Al menos 37 personas murieron, tras estrellarse un avión de carga turco en una zona poblada, cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de Manas, en Kirguistán, a causa, según autoridades, de un error de pilotaje aunque también lo vinculan a la intensa niebla del lugar.
El Boeing-747 de la compañía ACT Airlines que cubría una ruta entre Hong Kong y Estambul vía Biskek se estrelló contra el pueblo de Dacha-Suu, cerca del aeropuerto de Manas, poco después de las 7:00 horas locales.
Según el ministerio de Salud, la mayoría de las víctimas son habitantes de esa localidad, entre ellos seis niños, así como cuatro pilotos.
Horas más tarde, una parte de la cola del avión yacía todavía sobre el tejado de una casa completamente destruida, mientras que otros restos se encontraban dispersos en las calles del pueblo, llenas de vehículos dañados y arboles calcinados.
Diferentes testigos relataron que se despertaron a “causa de una fuerte explosión” y otro dijo que “el avión se estrelló sobre las casas y mató a familias enteras, no quedó nada de las casas, la gente murió con sus hijos, muchos estaban durmiendo”.
Los restos del avión dañaron un total de 43 viviendas, 15 de las cuales fueron completamente destruidas, según las autoridades, que lanzaron una operación de rescate con varios equipos de socorristas, bomberos y médicos.
Funcionarios dijeron en un primer momento que el Boeing 747-400 pertenecía a Turkish Airlines, pero el operador de carga turco ACT Airlines reveló después que el avión era suyo.
“Nuestro avión TC-MCL, que volaba el 16 de enero desde Hong Kong a Bishkek, se estrelló al aterrizar en Bishkek al final de la pista por motivos desconocidos”, dijo ACT Airlines en un comunicado por correo electrónico.
Este tipo de accidentes de avión en zonas urbanas se producen, la mayoría de las veces durante el despegue o el aterrizaje, en los barrios próximos a los aeródromos.
El último accidente de este tipo se remonta el 30 de noviembre de 2012 cuando un Iliuchin T76, de la compañía aérea armenia Rij Airways, se estrelló contra un barrio periférico cercano al aeropuerto de Maya-Maya en República del Congo, dejando 32 muertos.
Más recientemente el 30 de junio de 2015, un avión militar indonesio, se estrelló tras un despegue en una zona habitada, causando la muerte de sus 122 ocupantes y de más de veinte personas en tierra.
