A casi un año de que una gran parte del Colegio Enrique Rébsamen colapsara por el sismo del 19 de septiembre, autoridades de la Secretaría de Obras y Servicios, en coordinación con peritos de la Procuraduría Capitalina, iniciaron la remoción de escombros del inmueble.
El cruce de dicha calle fue cerrado, por más de 30 trabajadores y cinco grúas que se dieron cita en el colegio. La remoción de escombros, así como el trabajo de las autoridades, será supervisado por los padres y familiares de las víctimas del siniestro, así lo acordaron y fue gracias a esto que se autorizaron los trabajos.
El jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, expuso que los trabajos iniciaron con el consentimiento de los padres de las víctimas.
Sin embargo, dicho acto molestó a los vecinos que aseguran que nadie les informó sobre los planes de obra, ya que se les prohibió entrar y salir con vehículos, además de que sus servicios de luz, cable y teléfono serian cortados.
“Tampoco vamos a tener gas porque no podrán entrar a surtirnos y nos van a cortar la luz, el cable y el teléfono. Nadie nos consultó sobre todas estas decisiones y ahora nosotros también estamos encerrados”, comentó Carmen Rodríguez, vecina del Colegio Enrique Rébsamen.