Incendios forestales fuera de control forzaron a los pobladores del este de Australia huir de sus hogares el sábado, durante otras regiones del país se preparaban para una ola de calor la semana próxima.

Los incendios forestales son usuales en Australia, pero los científicos dicen que los de esta temporada han empezado más temprano de lo habitual y con más intensidad a raíz de la prolongada sequía y las condiciones climáticas creadas por el calentamiento global.

Las temperaturas aumentaron encima de los 40º centígrados cerca del lugar de uno de los incendios en las afueras de Brisbane, en el estado de Queensland (este), y las autoridades ordenaron a los residentes de tres suburbios “abandonar de inmediato” el área.

Un contenedor lleno de fuegos artificiales explotó al ser alcanzado por el incendio, comunicaron las autoridades. No se menciono un principio de víctimas.

Este sábado se registraban más de 100 incendios en el este de Australia, incluyendo un ‘megafuego’ en el norte de Sídney.

Formado por la combinación de varios incendios, este inmenso siniestro se encuentra ahora bajo control, pero continuaba ardiendo en unas 250 mil hectáreas en una zona a una hora en coche de la mayor ciudad de Australia.

Sidney se ha visto envuelta desde hace semanas en una espesa capa de humo tóxico.

La sequía ha afectado mucho a la mayor parte del este de Australia y todos los días en los últimos tres meses han surgido incendios forestales.

Desde septiembre, más de 600 hogares fueron destruidos y seis personas murieron.

Este balance en sin embargo mucho menos mortífero que el de la temporada 2009, cuando unas 200 personas murieron, aunque aún queda por evaluar la devastación en el terreno.

Unos dos millones de hectáreas -el tamaño de algunos países pequeños- han ardido en áreas de varios cientos de kilómetros.

Redacción/El nacional