Redacción/El Nacional
Tras un terremoto registrado este fin de semana en Ecuador, el número de víctimas asciende a 350 muertos y poco más de dos mil 68 heridos.
Ante esta situación equipos de rescate entre ellos bomberos y Fuerza Publica aún se encuentran en tareas de rescate para buscar personas con vida entre los escombros.
El epicentro del terremoto, el más fuerte que enfrenta Ecuador desde 1979, fue entre las provincias de Manabí y Esmeraldas, en la costa norte, las más devastadas por la tragedia.
Entre las ruinas, de casas destruidas, edificios y centros comerciales desplomados, se buscan señales de vida para marcar los sitios y proceder al rescate, que el gobierno estableció como prioridad.
Los esfuerzos están centrados, principalmente, en Pedernales, la más destruida, Manta, Portoviejo, así como en la parroquia Tarqui, todas las partes en Manabí, donde se esperaba el arribo de rescatistas internacionales para acelerar las tareas de búsqueda.
El presidente Rafael Correa, quien se encuentra en Portoviejo, capital provincial de Manabí, informó que se habilitaron albergues al aire libre atendiendo al requerimiento de los damnificados, de la que no existe todavía una cifra.
El ministro coordinador de seguridad, César Navas, dijo que en Manta ya se han rescatado con vida a personas, aunque no precisó una cifra.
“Estamos en eso, en labores diarias extenuantes por parte de los rescatistas, no perdemos la fe y la esperanza de encontrar más gente con vida”, afirmó al tiempo que anunció que a las labores ya se sumaron algunas delegaciones de rescatistas de Venezuela y Colombia.
En las próximas horas, se sumarán rescatistas de Perú, Chile, México, entre otros.