Autoridades japonesas elevaron la cifra de fallecidos a 18, tras el sismo que sacudió Hokkaido, la principal isla del extremo norte de Japón.

En una pequeña localidad, seguían desaparecidas al menos 12 personas luego de que toda la ladera de una montaña colapsara sobre viviendas.

Las autoridades dijeron que la situación podría volver  a la normalidad durante el fin de semana, aunque las reparaciones en la principal planta eléctrica podrían demorarse más tiempo.

Rescatistas utilizaban perros rastreadores, palas para retirar toneladas de barro depositadas por los deslaves provocados por el sismo de 6.7 de magnitud.

Aunque el número de víctimas mortales fue relativamente bajo en la ciudad, en algunas zonas los daños fueron graves, con casas destrozadas y carreteras derruidas o hundidas. Un deslave dejó varios autos semienterrados.