Redacción / El Nacional
Celta de Vigo y Atlético de Madrid empataron sin goles en Balaídos en la apertura de las eliminatorias de cuartos de final de la Copa del Rey en un encuentro más físico que técnico.
Fue un partido típico de Copa. Los dos equipos llevaron el partido al terreno del sudor y por eso hubo mucha emoción, pero poco espectáculo. El Celta acaparó la posesión, un aspecto que no le importa demasiado al Atlético de Madrid, que lo que siempre quiere es solidez defensiva. Eso no le suele faltar, y a ello apeló en Vigo con un Diego Godín lleno de jerarquía.
Así acabó un partido más intenso que bueno en una eliminatoria que se resolverá en la vuelta. El Vicente Calderón dictará sentencia la próxima semana.