Al menos 49 personas murieron y otras 20 resultaron heridas en los tiroteos contra dos mezquitas en la localidad de Christchurch, en la Isla Sur, diez de ellos en la Lindwood y otros 30 en la de Al Noor.
Los hechos ocurrieron las primeras horas de este viernes. Las autoridades detuvieron a cuatro personas, tres hombres y una mujer, a los que encontraron artefactos explosivos en sus vehículos.
“La Policía está interrogando a los detenidos, de los cuales ninguno estaba fichado por las autoridades”, señaló la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
“Hay que tener cuidado con la violencia e ideología extremas”, añadió.
Ardern dijo que los acontecimientos en Christchurch representaron “un acto de violencia extraordinario y sin precedentes” y reconoció que muchas de las víctimas pueden ser migrantes y refugiados.
La primera ministra aludió a la posibilidad de que el motivo sea un sentimiento anti-inmigrante. “Está claro que esto sólo puede describirse como un ataque terrorista”, dijo Ardern.
Un hombre identificado como Brenton Tarrant, que reivindicó los atentados, dijo en un manifiesto anti-inmigrante de 74 páginas que era un australiano blanco de 28 años que vino a Nueva Zelanda sólo para planear y preparar el ataque.
Esta persona responsable del ataque en Christchurch, transmitió como ingresó a la mezquita y disparó contra los presentes.