Durante una manifestación del grupo Chií Hazara, un insurgente detonó un chaleco bomba donde al menos seis personas murieron y otras 20 resultaron heridas, en Kabul.
El ataque tuvo lugar cerca de una congregación que exigía al gobierno bombardear las posiciones de los talibanes en los distritos de Malistan y Jaghori, donde desde hace 15 días se vive un conflicto donde civiles debieron abandonar sus hogares.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, habló con los manifestantes donde les informo de las medidas de seguridad que se llevarán a cabo, con lo que se puso fin a las protestas.
Los participantes se dirigían a sus hogares cuando se dio la explosión.
Los chiíes, y en especial la minoría étnica Hazara, son a menudo objetivo de ataques insurgentes, muchos de ellos perpetrados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).