Según la policía y un portavoz del hospital, al menos 8 estudiantes fallecieron y 136 personas resultaron heridas el martes por la mañana al estallar una potente bomba en un seminario islámico a las afueras de Peshawar, una ciudad en el noroeste de Pakistán.

El ataque sucedió durante una clase magistral sobre las enseñanzas del islam en la sala principal de la madrasa Jamia Zubairia, indicó el agente de policía Waqar Azim. Las investigaciones preliminares apuntaban a que la bomba estalló minutos después de que alguien dejara una bolsa en la madrasa.

Imágenes emitidas por televisión mostraban daños en la sala principal del seminario, donde estalló la bomba. El piso estaba lleno de cristales rotos, con manchas de sangre en la alfombra. El artefacto tenía al menos 5 kilos (11 libras) de explosivos, según la policía.

Varios de los alumnos heridos estaban graves y los responsables hospitalarios temían que la cifra de muertos pudiera subir. Entre los heridos también había profesores y empleados de la escuela, así como estudiantes afganos del centro, según las autoridades.

El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, condenó el atentado y pidió a las autoridades que garantizaran la mejor atención médica posible a las víctimas.

Desde su cama del hospital, un alumno herido, Mohammad Saqib, de 24 años, dijo que el académico religioso Rahimullah Haqqani estaba explicando unos versos del Corán cuando de pronto oyeron un sonido ensordecedor, y después gritos, y vieron a alumnos ensangrentados pidiendo ayuda.

Redacción/El Nacional