Un ataque suicida perpetrado en el distrito diplomático de Kabul, capital de Afganistán, causó la muerte de al menos 90 personas y dejo 380 heridos, así lo confirmó el portavoz del Ministerio de Salud, Ismail Kawosi.
El ataque se produjo cerca de la Embajada de Alemania, a las 08:30 horas y causó una enorme explosión.
Hasta el momento, ningún grupo se reivindicó el ataque. Los Talibanes rechazaron su involucramiento el hecho.
El ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, dijo que el ataque ocurrió en las “inmediaciones” de la embajada y que funcionarios resultaron heridos.
“El ataque fue dirigido contra la población civil y los que están en Afganistán para trabajar con los afganos para un mejor futuro del país”, dijo Gabriel. “En el ataque, funcionarios de la embajada de Alemania también resultaron heridos. Pero todos los empleados están a salvo”.
De acuerdo con información de la Policía de Kabul, el vehículo, un pequeño camión del servicio de alcantarillado, fue cargado de explosivos y detonado en una zona de gran concurrencia de trafico.
La potente detonación, que se escuchó en varias zonas de la ciudad, se produce en pleno mes de Ramadán, la época más sagrada del año para los musulmanes, en un área donde se encuentran varias embajadas como las de Turquía, Alemania o Irán.
El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, condenó el ataque y por medio de su cuenta de Twitter consideró la matanza como un “crimen contra la humanidad”.
Gani pidió la semana pasada a todos los grupos insurgentes que respetaran la celebración del mes sagrado y detuvieran sus acciones armadas.
Sin embargo, el pasado domingo, en el primer día del ramadán, los talibanes perpetraron un atentado con coche bomba en una parada de autobús en Khost, causando 13 muertos y 8 heridos.