Las autoridades municipales informaron que al menos 20 menores quedaron en la orfandad, hijos de meseras y bailarinas del centro nocturno ‘El Caballo Blanco’ donde ocurrió el ataque.
De acuerdo a la información, Yurai, de 32 años, quien trabaja en dicho bar y falleció asfixiada por monóxido de carbono, le había comentado a su madre que dejaría el centro nocturno para dedicarse a sus cinco hijos.
“Ese mismo día que me prometió que dejaría ese empleo, mi hija me dijo ‘te voy a decir algo mamita: el trabajo que tengo es peligroso, muy peligroso, y si algo me llegara a pasar quiero que usted vea a mis hijos. Por favor, cuídalos“, fueron las últimas palabras de Yurai a su madre.
Ninguno de su familiares imaginó que la siguiente vez que la tuvieran cerca sería en una pacha del servicio médico forense.
El reporte forense informó sobre las 19 víctimas murieron por asfixia por exceso de humo y seis por intoxicación de monóxido de carbono.