La Procuraduría General de Justicia declaró que el agresor del sacerdote Miguel Ángel Machorro, padece disociación de la personalidad y no es apto para rendir su declaración ministerial.
De acuerdo con las primeras valoraciones, este padecimiento provoca conductos que normalmente las personas no tienen y un desconocimiento de la conciencia.
Por ello, el ministerio público de la Fiscalía Central de Investigación ordenó una ampliación en los estudios con especialistas del Hospital Psiquiátrico Fray Bernandino, dependiente de la Secretaría de Salud.
Los primeros exámenes dieron como resultado que John Renee Rocshchiell o Schild tiene trastorno psicótico y no es apto para rendir declaración ministerial o judicial, además se comprobó que al momento del ataque no estaba intoxicado con drogas o alcohol.
“No tiene la capacidad para entender el carácter ilícito de un hecho, así como de conocer y querer realizarlo”, concluyó el informe médico.
Incluso, se recomendó que en caso de ser detenido sea trasladado a un centro de reclusión donde reciba atención médica psiquiátrica; por consiguiente, el Ministerio Público solicitará a un juez de control la medida cautelar para que sea ingresado al Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (Cavarepsi).
En cuanto a la nacional del agresor, aún no se tiene certeza de que sea de origen francés o estadounidense, como lo afirmó la autoridad; ante este desconocimiento, ya rastrean su identidad con el apoyo del Instituto Nacional de Migración y las embajadas de Estados Unidos y Francia.
Sacerdote se encuentra estable
Un día después de que fuera atacado con un cuchillo en el cuello, la salud del sacerdote Miguel Ángel Machorro se reporta estable, aunque continúa en el área de terapia intensiva del Hospital Mocel debido a un desgarre en la yugular y otras dos lesiones que pusieron en riesgo su vida.
La Policía de Investigación da seguimiento a las declaraciones de testigos, quienes coincidieron que la agresión al sacerdote no fue un acto solitario, ya que entre el descontrol recuerdan al menos a otras dos personas “vestidas como árabes” dispersarse y salir de la Catedral.