La escuela primaria ubicada en el Fraccionamiento Bernardo Reyes, en el municipio de Monterrey, presenta severos daños en su infraestructura, especialmente en los techos.
Los alumnos vistieron cascos de ciclistas, obreros y de mineros, en precaución de un posible accidente.
Tras estar cerrada dos años durante la pandemia, la primaria ha sido olvidada por las autoridades.
Las aulas corren riego de un colapso de techo; incluso en algunos ya se están desprendiendo, por las fuertes intensidades de lluvia que se están viviendo en el Estado, que han provocado miedo a alumnos, padres de familia y maestros.
Tras la caída de grandes bloques de concreto, el mobiliario y la red eléctrica presentan daños, que, incomoda el aprendizaje de los alumnos.