Un incendio forestal, activo hace tres semanas, en la Amazonía brasileña ha provocado una movilización en redes sociales en donde se pronunciaron sobre la “emergencia internacional” de incendios que devastan la selva tropical de Brasil y las políticas del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, sobre la deforestación en el llamado “pulmón del planeta”
Un gran incendio comenzó a finales de julio pasado en una reserva ambiental en el estado brasileño de Rondonia, en la frontera con Bolivia, y posteriormente se originaron otros en la región, poniendo en riesgo la vida de residentes locales y animales.
La Organización Meteorológica Mundial difundió en Twitter una imagen que muestra la extensión de las llamas y la dirección del humo por el gran incendio forestal.
Los incendios son tan intensos que se pueden ver desde el espacio, ya que han generado una gruesa capa de humo sobre un área de alrededor de 1.2 millones de millas cuadradas. Por ahora se desconoce si el fuego fue causado por la actividad agrícola o la deforestación, que se han acelerado bajo la presidencia de Jair Bolsonaro.
Tras el lanzamiento de #PrayforAmazonia, la víspera, la etiqueta se convirtió en tendencia en México y a nivel mundial alcanzó el estatus de Trending Topic en la red social Twitter.
Sólo desde el jueves pasado, las imágenes de satélite detectaron más de nueve mil 500 nuevos siniestros, en su mayoría en la Amazonia, el llamado “pulmón del mundo” que es considerado vital para detener el acelerado ritmo del calentamiento global.
Los focos de incendios forestales en Brasil han incrementado este año 83% en comparación con 2018, debido a las quemas de la región amazónica potenciadas por la temporada seca, con espesas nubes de humo que en los últimos días cubrieron varias ciudades.
Bolsonaro, crítico de las políticas ambientalistas y promotor de la explotación de recursos naturales en áreas protegidas, lleva semanas en el centro de la polémica por su cuestiona miento de las cifras oficiales del avance de la deforestación en la Amazonía, el llamado “pulmón del planeta”.
Redacción/El nacional