3356eeceb66122cb84603b096ef6c307

Agencias/El Nacional

El pasado lunes, la estación de metro de “Oktiabrskoye Pole” en Moscú, se paralizó por completo. Al presenciar por alrededor de diez minutos, un macabro paseo, protagonizado por Gulchejrá Bobokúlova, una uzbeka que caminaba pregonando por lo alto su amor por “Ala”, con la cabeza de una pequeña en sus manos.

Tras su detención investigadores rusos aseguran que la uzbeka de 39 años, no actuó sola, si no que fue instigada por otras personas a las que se está buscando.

Así lo dio a conocer el Comité de Investigación Ruso, tras interrogar a la detenida, Gulchejrá Bobokúlova, que trabajaba como niñera de la pequeña Nastia de cuatro años de edad, a quien presuntamente privo de la vida.

“En estos momentos, los instigadores del crimen están en libertad”, señaló un portavoz el Comité.

La fuente señaló que la búsqueda de estas personas ha comenzado, sin dar más detalles por el momento.

Por su parte, un diario ruso reveló que, durante el interrogatorio Bobokúlova reconoció el crimen, señalando “Ala me lo ordenó, estoy arrepentida”.

“La sospechosa del asesinato de la niña fue examinada por un psiquiatra después de ser detenida, quien determinó que la mujer se encontraba en un estado de grave desorden psicológico”, dijeron las autoridades.

También ha sido señalada la línea de que la uzbeka se encontraba bajo los efectos de las drogas.

Se dio a conocer que este próximo viernes 4 de marzo, se presentará de manera oficial y formal la acusación por asesinato contra la mujer.635924391488594623w

Las fuerzas de seguridad, se encuentran temerosas de que el terrible suceso pueda provocar una explosión xenófoba en la capital rusa, por lo que se están llevando a cabo labores de prevención entre las organizaciones juveniles para evitar que se exalten los ánimos.

 

 

La comunidad uzbeka de Moscú, por su parte, ha hecho un llamamiento a los medios de comunicación para pedir que no se haga hincapié en la nacionalidad de la presunta asesina.

La tarde de este martes, moscovitas llenaron de flores y juguetes el lugar donde tuvo lugar el macabro paseo y detención de la mujer.