Dalia Manriquez/El Nacional
El cantante colombiano Silvestre Dangond se presentó la noche del jueves en el Domo Care, donde cantó cada uno de sus éxitos vallenatos y se dejó apapachar por sus ‘silvestristas’ regios, de inicio a fin.
Vestido de color negro y una chaqueta color marrón, el intérprete salió al redondel al filo de las 22:14 horas para corear algunos temas como “Un Beso de tu Boca” y “Un Amor Verdadero”.
“Me tardé en venir a México y sobre todo a Monterrey…pero al final de cuentas, no es cuando yo quiera, es cuando Dios quiera y lo permita”, dijo Dangond al público. “Siempre escuchaba ‘tienes que ir a Monterrey porque les gusta mucho el vallenato’ y yo decía ‘pero es que mi vallenato no les gusta allá porque mi vallenato es sabroso’ y poquito a poco se han ido contagiando de la nota”, agregó emocionado.
El lugar lució de color rojo –tono que resalta el ‘Silvestrismo’ y la nueva ola musical de Silvestre– por las diferentes prendas que usaron los asistentes, mismos que cantaron, bailaron, abrazaron y hasta besaron al cantautor naturalizado estadounidense.
Al igual que el público, el compositor lució del mismo tono, ya que después de quitarse la chaqueta, portó una camisa a cuadros de color rojo y negro.
Silvestre Dangond, quien tiene 37 años de edad, armó tremenda fiesta en el recinto donde resonaron canciones desde “El Tao Tao” hasta “Niégame Tres Veces”. Cabe mencionar que el repertorio musical estuvo compuesto de canciones de despecho, amor y alegría, por lo que cada momento era bueno para que el artista brindara con sus fans.
“Brindo por la que está, por la que se fue y por la que viene”, le dijo Dangond al público, para después brindar junto con ellos.
Asimismo, durante el concierto el cantante portó un sobrero de charro e interpretó “Loco Paranoico” con un estilo muy mexicano y ranchero.
Eran las 00:17 horas cuando Dangond se despidió de sus seguidores, pero al escuchar que éstos aclamaban su regreso, el también presentador de televisión volvió para interpretar el tema “Blanco y Negro” y así ponerle fin a lo que se convirtió en una gran noche.