Redacción/El Nacional
Ernesto Canales, titular de la Subprocuraduría Anticorrupción, señaló que la única manera de que el ex Gobernador Rodrigo Medina de la Cruz este tranquilo de no pisar la cárcel, es tener un amparo bajo el brazo.
Lo anterior lo señaló a un año de que el ex mandatario fue vinculación a proceso por ejercicio indebido de funciones y hasta el momento no ha recibido la sanción que los ciudadanos esperan, que es que sea internado en un Penal.
Canales opinó que dicho proceso es como un castigo para el ex Gobernador, quien ha enfrentado situaciones nada fáciles, en las cuales no se ha ido impune.
“No ha sido fácil para Rodrigo Medina enfrentar las acusaciones y la defensa de parte de la Fiscalía le ha significado a Medina lo equivalente a un castigo, no se ha ido impune”.
“Está viviendo con un amparo bajo el brazo, no puede separarse ni en la mesa de noche o el buró de su recámara de su amparo, y los amparos se ganan y se pierden, él tiene la incertidumbre”, expresó.
Canales admitió que existe un sentimiento de frustración porque el proceso no ha sido resuelto con la velocidad esperada.
Recordó que son tres los amparos que mantienen a Medina lejos del banquillo de acusados y con ellos ha evitado llegar al proceso de audiencia intermedia.
A Medina también se le investiga por peculado y daño al patrimonio del Estado, motivos que lo llevaron a pasar una noche en el Penal del Topo Chico.
“No ha sido fácil para Rodrigo Medina y de alguna manera esto es indicativo de que si se cometen actos de corrupción en el Estado, se van a procesar, cosa que no sucedía antes”, dijo Canales.
El ex mandatario estatal enfrentará en septiembre dos nuevas audiencias de vinculación a proceso por el delito de enriquecimiento ilícito.