Solamente 10 por ciento de las personas con leucemia linfocítica crónica (LLC) presentan síntomas específicos, mientras que 90 por ciento son asintomáticos y una tercera parte de ellos son diagnosticados de manera fortuita, al realizarse estudios clínicos de rutina o por otra situación.
El presidente del Segundo Congreso Anual Iberoamericano sobre ese padecimiento, Carlos Sergio Chiattone, dijo en conferencia de prensa que la mayoría de los pacientes llevaban una vida normal hasta que se les detectó cáncer de ese tipo en la sangre.
Mientras que la presidenta de la agrupación de pacientes Asociación Brasileña de Leucemia y Linfoma (Abrale) y de la Alianza Latina, Merula Steagall, dijo que algunos de los síntomas generales son cansancio e inflamación en ganglios del cuello y bazo.
Debido a que muchos de los casos de este mal cursan sin síntomas, más de 60 por ciento son diagnosticados tardíamente, al igual que en enfermedades oncológicas de otros tipos.
Expresó que en Brasil, un paciente tarda 76 meses entre el diagnóstico y cuando empieza a recibir tratamiento, por lo que hizo un llamado a acelerar la atención a pacientes con cualquier cáncer en la sangre.
“Los pacientes ya no pueden esperar más, y el sistema de salud de Brasil y en general el de toda América Latina es lento, se requiere de una atención más rápida”, subrayó.
La leucemia linfocítica crónica es un cáncer que avanza lentamente pero es incurable y la sobrevida promedio es de cinco años, pero actualmente las terapias dirigidas que atacan únicamente células cancerosas podrían ampliar esa ventana y ofrecer una mejor calidad de vida.
Merula Steagall, señaló que en 14 años, la agrupación que preside ha recibido a 20 mil pacientes con distintos tipos de cáncer y de ellos 655 han sido con leucemia linfática crónica.
Destacó que la mayoría de los pacientes cuando tienen síntomas, acuden a un médico general o al cardiólogo y luego son referidos con un especialista en Hematología.