México se enfrentará a un viejo conocido en su historia, la selección de Alemania, quien ejerce un gran dominio sobre el equipo azteca, por lo que la tarea no es nada fácil para los dirigidos por Juan Carlos Osorio en estas semifinales de la Copa Confederaciones.
La “Mannschaft” y México se han visto las caras en cuatro ocasiones, en donde se registran tres victorias alemanas por un empate, mismo que terminó resolviéndose desde los once pasos.
El primero de ellos se dio en el año de 1978, siendo la Copa del Mundo de Argentina el escenario para que estos dos se vieran las caras, el resultado fue un contundente 6-0 en contra de los aztecas, siendo apenas la segunda fecha del grupo 2.
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La revancha para México llegaría en su casa, teniendo al Estadio Universitario como aliado en la etapa de cuartos de final del Mundial de 1986, parecía que todo marchaba perfecto para el combinado tricolor, pues un empate a cero tantos en el tiempo regular y extra mandaa el duelo a la tanda de los penales, esos en los que México está más que maldito.
Aquella tarde fue triste pues el anfitrión estaba siendo eliminado del Mundial con un contundente 4-1, terminando con el sueño de aspirar a llegar más allá.
La Copa del Mundo de 1998 sería otro escenario perfecto para poder vengarse de los teutones, no obstante, los germanos volvieron a hacer de las suyas esta vez en los octavos de final, en donde México arrancó ganando el duelo pero Alemania remontaría para llevarse el juego 2-1.
Por su parte, dentro de la competencia de la Copa Confederaciones será la segunda ocasión que ambos se enfrenten, siendo el único resultado que se ha dado en esta contienda favorable para los europeos, esto previo al Mundial de Alemania 2006.
Mexicanos y teutones se disputaban el tercer puesto del certamen, el cual tuvo sede en Alemania, con un espectacular encuentro que terminó 4-3 a favor de los locales, lo cual los llevó a ser el número tres del torneo.
Así es como la selección mayor del Tricolor ha sufrido de manera considerable las victorias germanas, todas ellas dolorosas y que la “espinita” está demasiada clavada por parte del cuadro mexicano.
