Agencia/El Nacional
Beijing y las demás grandes ciudades del norte de China se ahogaban el lunes bajo una contaminación récord este año, coincidiendo con la apertura de la conferencia del clima de París, en la que el presidente chino, Xi Jinping, tendrá un papel clave.
La capital china, donde las temperaturas estaban por debajo de los 0ºC, estaba inmersa en una niebla blanquecina con fuerte olor a carbón, y la densidad de partículas peligrosas superaba en más de 20 veces el límite que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A las 14H00 (06H00 GMT), el índice de calidad del aire registrado por la embajada estadounidense de Beijing era de 570 micropartículas por metro cúbico de aire. El máximo admitido por la OMS es de 25. Esas partículas penetran en los pulmones y causan miles de muertes prematuras cada año en China.
En las ciudades de la provincia vecina de Hebei, los niveles alcanzados también excedían las 500 micropartículas por metro cúbico de aire, según los datos oficiales.
Beijing emitió este fin de semana su nivel de alerta por contaminación más alto en lo que va de año y pidió a los habitantes que se quedaran en casa. Algunas fábricas tuvieron que suspender sus actividades.
“Apenas se puede ver a la gente”, lamentaba un internauta en la red social china Sina Weibo. “Parece que la nube de contaminación ha bajado a la estación de metro”.
La llegada de un frente frío el martes debería ayudar a reducir los actuales niveles de contaminación en el norte del país, según la oficina china de protección del medioambiente.
China, la principal emisora de gases de efecto invernadero y primera consumidora mundial de carbón, tendrá un papel clave en la conferencia del clima de París (COP21).
La prensa china anunciaba este lunes la llegada de Xi Jinping a la capital francesa donde, según el diario China Daily, abogará por “un acuerdo histórico, equilibrado y justo” sobre las emisiones de carbono después de 2020.
El presidente chino “defenderá los intereses de las economías en vías de desarrollo respecto al cambio climático, presionando a los países ricos para que lleven a cabo transferencias de tecnologías y de capitales”, añadió el periódico.
La segunda economía mundial emitió entre 9.000 y 10.000 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2013, cerca del doble que Estados Unidos y casi 2,5 veces la contaminación de la Unión Europea.
Xi Jinping se comprometió el año pasado a estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero de China después de que éstas alcancen su pico “en torno a 2030”.