Un investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, David Uriel Hernández Becerril, afirmó que la disminución de actividades humanas debido al confinamiento por el COVID-19, ha propiciado que la naturaleza se recupere y se exprese en fenómenos como la bioluminiscencia, que en las últimas semanas se ha observado en las costas mexicanas.
“No hay registro sobre la periodicidad o lugares donde ocurre la bioluminiscencia, pero la mínima presencia de actividad humana o ausencia de ésta ha hecho posible que se disperse a zonas donde antes se veía poco, como varias costas de México”, compartió.
De acuerdo a la información, los cambios en las condiciones ambientales, organismos microscópicos marinos llamados dinoflagelados han proliferado y producen ese fenómeno.
David Uriel explicó que la bioluminiscencia se da porque algunas bacterias, hongos, protistas unicelulares, gusanos, moluscos, crustáceos, insectos, peces y medusas tienen la capacidad de emitir luz mediante la conversión directa de la energía química en energía lumínica.