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Redacción/El Nacional

El Santo Padre Francisco, abrió las puertas de la iglesia católica a las personas divorciadas, sin embargo, nuevamente rechazo la unión entre personas del mismo sexo.

Francisco, a través de un documento magisterial titulado “La alegría del amor” dio a conocer la inclusión a la iglesia de los divorciados que vuelven a casarse por lo civil.

“No es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación llamada “irregular” viven en pecado mortal (…) Los divorciados que se vuelven a casar no están excomulgados”, sostuvo el Pontífice.

“Estas situaciones exigen un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto, evitando todo lenguaje y actitud que les haga sentirse discriminados, promoviendo su participación en la vida de la comunidad”, añadió Francisco.

A los divorciados, Francisco les exhortó a realizar un examen de conciencia a través de momentos de reflexión para así “fortalecer la confianza en la misericordia de Dios”.

En cuanto a la comunidad católica, el Sumo sacerdote, incitó a las parroquias a aceptar a estas parejas para que puedan incorporarse en actividades que hasta ahora les habían sido negadas como ser padrino, catequista o líder.

Así mismo, el Santo Padre aceptó la unión libre entre parejas, a las que reconoce como un camino hacia el matrimonio.

Por otro lado, Francisco pidió al pueblo católico respetar la dignidad de las personas homosexuales sin embargo rechazo los matrimonios entre personas del mismo sexo.

En el documento, que habla sobre la integración de las familias diferentes a la iglesia, Francisco abordó los temas del aborto, la eutanasia y la pena de muerte, a los cuales dijo “no”.

“Es tan inalienable el derecho a la vida del niño inocente que crece en el seno de su madre, que de ningún modo se puede plantear como derecho obre el propio cuerpo con la posibilidad de tomar decisiones con respecto a esa vida”, subrayó Francisco, quien aclaró ser un ser pro vida.