Redacción / El Nacional
La Corte Suprema de los Estados Unidos estudiará limitar el poder de los sindicatos de empleados del gobierno de cobrar cuotas a no afiliados, en un caso que según los dirigentes sindicales amenaza con reducir la membresía y debilitar aún más a las organizaciones laborales.
Los magistrados aceptaron la apelación de un grupo de docentes de California quienes argumentan que la obligación de pagar cuotas a un sindicato de cuyas posiciones discrepan y al que no quieren afiliarse viola sus derechos bajo la Primera Enmienda constitucional, que garantiza la libertad de expresión.
Los docentes quieren que se anule un precedente de hace 38 años según el cual los sindicatos pueden exigir cuotas a los no afiliados para cubrir costos de negociaciones siempre que no se usen esos fondos con fines políticos.
Los empleados públicos de la mitad de los estados están obligados a pagar cuotas si los representa un sindicato aunque no estén afiliados. Pero la Corte Suprema ha expresado dudas sobre la viabilidad de ese régimen en dos casos de los últimos cuatro años.
El juez Samuel Alito sostuvo en una decisión mayoritaria reciente que un “principio fundamental” de la Primera Enmienda es que “ninguna persona en este país puede ser obligada a subsidiar expresiones de un tercero al que no desea apoyar”.
La principal demandante en este caso es Rebecca Friedrichs, una maestra de escuela pública en el condado de Orange, California, quien dijo que se desafilió de la Asociación de Maestros de California porque tiene posiciones que “no convienen a mis intereses ni a los de mi comunidad”.
De todas maneras tiene que pagar unos 650 dólares anuales en cuotas para cubrir los gastos de negociación.
El sindicato dice que las cuotas son necesarias porque tiene el deber legal de representar en las negociaciones a todos los maestros, incluso los que no son afiliados. Una corte federal falló contra Friedrichs y los demás demandantes, y la corte de apelaciones del Noveno Circuito ratificó el fallo.