De acuerdo con las cifras oficiales, tras un año del derrumbe del Penal del Topo Chico, se registra hasta en un 70 por ciento menos de extorsiones en el reclusorio y el estado.
Además también se registró una baja en el número de homicidios, suicidios y muertes naturales en todas las cárceles del estado.
Una fuente oficial allegada al Sistema Penitenciario estatal, aseguró que la magnitud de la red de extorsionadores era tan grande que al ser disuelta las extorsiones cayeron en un 70 por ciento en Nuevo León.