Redacción/ El Nacional
Han pasado 22 años desde ese 31 de marzo que sacudió al mundo de la música, Selena, la mayor promesa de la música latina, fue asesinada en Corpus Christi, Texas, por Yolanda Saldívar, la mujer que administraba las tiendas de ropa de la artista.
Aquel 31 de marzo de 1995, con apenas 23 años de edad y una de las mejores voces de la música mundial, se iba para siempre. Gracias a su carisma, se había transformado en una de las figuras más grandes de la música Tex-Mex en Estados Unidos y México.
Su agresora, Yolanda Saldívar era enfermera, pero fundó y se convirtió en la presidenta del club de fans de Selena en San Antonio. Después se convirtió en su asistente personal, la cantante la veía como “su ángel de la guarda”. Creando vínculos con los familiares de la cantante, Saldívar se hizo con el manejo de la boutique “Selena Etc”.
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Lo que nadie sabía es que Yolanda tenía un pasado con problemas financieros, pues en dos ocasiones la habían demandado por deudas que superaban los ocho mil dólares. Cuando la familia de la artista se dio cuenta que había algunos manejos turbios en la boutique, Selena decidió enfrentarla.
La cantante citó a su empleada en el hotel Days Inn con el firme propósito de despedirla por haberle robado dinero. Cuando se encontraron, comenzaron a discutir y Saldívar sacó un revólver calibre 38 para evitar que Selena la despidiera. En cuanto vio el arma, la cantante intentó huir, pues la situación la asustó.
En ese momento la “fan” apretó el gatillo. La bala ingresó por la espalda y rozó una de sus arterias, lo que causó que Selena se desangrara en el camino al Lobby del hotel, buscando ayuda. Finalmente se acabo desplomando en la recepción.
Cuando la ambulancia llegó, ya era demasiado tarde. Se le hicieron seis transfusiones de sangre, pero no lo resistió. A las 13:05, la reina del Tex-Mex murió en el hospital de aquella ciudad texana y cuando su padre llegó a la clínica su hija ya no estaba con vida.
Por su parte, la mujer que le había disparado a la promesa de la música latina, se encerró en el interior de una camioneta, en la que permaneció alrededor de 9 horas y media, negociando con la policía, a través de un teléfono celular.
El hecho fue televisado, segundo a segundo, al más puro estilo de O.J. Simpson. Varios canales pasaron en vivo la conversación en la que esta mujer amenaza con quitarse la vida de un disparo en la sien.
Mientras Yolanda se atrincheraba en ese vehículo, nacía la leyenda de Selena, pues sus admiradores se adelantaron al entierro y comenzaron a llegar a Corpus Christi, para dejar flores, globos y carteles con leyendas de admiración y apoyo en su casa.
En octubre de 1995, Yolanda Saldívar fue condenada a cadena perpetua, y se encuentra en la cárcel de Murray, en Gatesville. Sin embargo, el 1 de abril de 2025 puede solicitar su libertad condicional.
Así fue como se apagó la vida de “La Reina del Tex-Mex” que gozaba de un inmenso éxito en México y Estados Unidos, así como un Grammy por su álbum “Amor Prohibido”.