De manera intencional, las autoridades Europeas han evitado preparar una hoja de ruta ante una eventual salida del Reino Unido del bloque integrado por 28 países.
Esta podría ser la hoja la cual de pie a la ruta para funcionarios de la Unión Europea, los cuales se verán obligados a controlar los daños en caso de que británicos votan a favor de abandonar el bloque económico.
Teniendo en cuenta las posibles ondas expansivas políticas y financieras que rodean la votación por Brexit, no es evidente que un documento resultara útil.
Los mercados mundiales ya están parpadeando la ansiedad respecto del impacto en la economía mundial. El presidente de la UE, Donald Tusk, llegó incluso a decir que podría representar el fin de la “civilización política occidental propiamente dicha”