Redacción/ El Nacional.
La radiación electromagnética es un tipo de campo electromagnético variable, es decir, una combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes, que se propagan a través del espacio transportando energía de un lugar a otro.
La probabilidad de cáncer aumenta en tres veces y el promedio de vida disminuye en 10 años en la población que vive dentro de un radio de 400 metros de una antena de telefonía móvil, en comparación con la población que vive fuera de ese radio.
Estudios recientes confirman que la radiación del teléfono móvil puede:
– Dañar los nervios del cuero cabelludo.
– Ocasionar que las células de la sangre filtren hemoglobina.
– Causar pérdida de memoria y confusión mental.
– Causar dolores de cabeza e inducir fatiga extrema.
– Crear dolor articular, espasmo muscular y temblores.
– Crear sensación de ardor y escozor en la piel.
– Alterar la actividad eléctrica del cerebro durante el sueño.
– Inducir zumbido en los oídos, perjuicio del sentido del olfato.
– Precipitar cataratas, daño de retina y cáncer de ojo.
– Abrir la barrera de sangre del cerebro a virus y toxinas.
– Reducir el número y la eficiencia de glóbulos blancos de la sangre.
– Estimular el asma produciendo histamina en los mastocitos.
– Causar problemas digestivos y elevar los niveles de colesterol malo.
– Tensionar el sistema endocrino, especialmente: páncreas, tiroides, ovarios, testículos.
– Crear dolor articular, espasmo muscular y temblores.
– Crear sensación de ardor y escozor en la piel.
– Alterar la actividad eléctrica del cerebro durante el sueño.
– Inducir zumbido en los oídos, perjuicio del sentido del olfato.
– Precipitar cataratas, daño de retina y cáncer de ojo.