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Agencia/El Nacional

El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó a Orlando para reunirse con sobrevivientes y familiares de las 49 personas que murieron en la masacre en un club nocturno gay, ataque que movió al Senado del país a avanzar hacia una votación sobre medidas de control de armas.

Obama viajó con el vicepresidente Joe Biden, retomando el papel que ha asumido tras los reiterados tiroteos masivos que han ocurrido desde que asumió la presidencia, en 2009.

Un hombre identificado como Omar Mateen mató a 49 personas e hirió a otras 53 en un club nocturno gay de Orlando durante la madrugada del domingo, antes de ser abatido por la policía, en la peor matanza en la historia moderna del país.

El presidente cree que no hay forma más concreta de mostrar apoyo que viajando a la ciudad donde ocurrió el espantoso incidente”, dijo a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, a bordo del avión presidencial en ruta hacia Washington.

El director de la CIA, John Brennan, dijo en una audiencia ante la Comisión de Inteligencia del Senado que la agencia “no ha podido descubrir ningún vínculo directo” entre Mateen y militantes externos.

Orlando comenzó a despedir a las víctimas del que también fue el peor ataque en Estados Unidos sobre la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénera.

Veintitrés de los heridos seguían hospitalizados, seis en estado grave, según el Centro Médico Regional de Orlando.

En sus denuncias del ataque como un acto de terrorismo y de odio, Obama ha manifestado su frustración por lo fácil que es acceder a las armas de fuego en Estados Unidos y porque el Congreso no ha sido capaz de aprobar ninguna ley sobre control de armas en más de dos décadas.

La masacre provocó presiones sobre el Congreso para que legisle sobre el tema. Después de una jornada de discursos de demócratas que se prolongó hasta la madrugada del jueves, un senador de ese partido dijo que los republicanos acordaron realizar votaciones sobre medidas para ampliar la verificación de antecedentes y evitar que las personas en listas de vigilancia por terrorismo compren armas.