En Estados Unidos más de la mitad de crímenes por odio fueron dirigidos contra personas de origen hispano, del total de victima reportadas a las agencias policiales del país, un 52.6 por ciento fueron contra latinos, de acuerdo con el informe del FBI (Oficina Federal de Investigaciones).
En su reporte anual de Crímenes de Odio 2014, que cubre las denuncias del año anterior, el FBI documentó un total general de cinco mil 928 crímenes de odio, incluidos aquellos por raza, orientación sexual, religión o etnicidad, entre otros.
Los incidentes individuales involucraron a siete mil 230 víctimas, según los registros de mil 826 corporaciones policiales de Estados Unidos.
La cifra global de crímenes de odio reportados a las autoridades en 2013 fue superior a los cinco mil 796 incidentes del 2012, cuando se registraron siete mil 164 víctimas.
El nivel de criminalidad por este tipo de delitos ha experimentado altibajos en los últimos años en Estados Unidos. Por comparación, el total de incidentes reportados en 2011 fueron seis mil 222 con un total de siete mil 713 víctimas.
Los hispanos no están considerados en la categoría racial sino en la étnica, toda vez que los Latinos pueden ser lo mismo caucásicos, mestizos o de ascendencia negra o asiática.
El presidente estadunidense Barack Obama suscribió en 2009 la Ley de “Prevención de Crímenes de Odio Matthew Shepard y James Byrd, Jr.”, que ha sido aplaudida por activistas como un herramienta más apropiada para llevar justicia a las víctimas de crímenes odio.