Redacción/ El Nacional
El senador republicano de origen cubano, Marco Rubio, anunció su precandidatura a la presidencia de Estados Unidos tras más de cuatro años de especulaciones.
Rubio es el segundo senador de origen caribeño en dar ese paso, el primero fue su colega también republicano, Ted Cruz, quien hizo un anuncio similar el 23 de marzo.
“Creo firmemente que soy el único calificado para representar al partido republicano en una carrera presidencial”, ha dicho Rubio en una conversación telefónica con varios contribuyentes de su campaña, un día después de que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton divulgara un vídeo en las redes sociales anunciando su postulación por el partido demócrata.
Marco Antonio Rubio, de 43 años, fue electo al senado federal en noviembre del 2010 y casi de inmediato comenzaron las especulaciones de que su futuro pasa por la Casa Blanca. En parte, porque Rubio fue desde entonces considerado una especie de ‘gran esperanza blanca’ por parte de los republicanos, que vieron en él un talento político parecido al desplegado por el ex presidente Bill Clinton, cuya esposa ahora es rival del senador republicano.
En la conversación, Rubio calificó a Hillary Clinton de “una líder del ayer” y enfatizó de que siempre ha pensado que Estados Unidos “se encuentra destinado al mañana”, según dijo a la Associated Press uno de los participantes.
Rubio llega a esta contienda electoral en una situación muy curiosa. Tendrá de enfrentar dentro de su propio partido al ex gobernador de Florida, Jeb Bush, el hombre que lo lanzó políticamente sacándolo de la obscuridad en la que estaba inmerso como concejal de una ciudad del área metropolitana de Miami y elevándolo hasta la presidencia de la poderosa Cámara de Representantes del estado de donde salió directamente hacia el senado en Washington.
Varios analistas y estrategas republicanos han dicho a ELMUNDO.es en las últimas semanas que es muy difícil que Rubio logre la nominación republicana sin el apoyo de los dignatarios del partido en Florida, que parecen inclinados a optar por Bush.