15890414354_dfc40f6093_o

 

Redacción/ El Nacional

La práctica de “no salirse de la raya” parece ser una estupenda terapia que comenzó a ser adoptada por el público adulto, aunque comenzó en 2012 en Francia, cuando la editorial Hachette lanzó una colección con 100 figuras florales, abstractas y geométricas titulada “Art-thérapie 100 coloriages anti-stress”, que asegura ayudar a los adultos a concentrarse y relajarse.

En Estados Unidos, por ejemplo, el ránking de las listas de best sellers de Amazon lo lidera el cuaderno “Secret Garden” de la ilustradora escocesa Johanna Basford, que consta de imágenes en pluma y tinta de fauna y flora “todas en espera de cobrar vida a través del color”, señala la descripción del libro.

Este ejemplar ha vendido 1.4 millones de copias a nivel global, reportó The Guardian.

Mientras que “The Art therapy colouring book”, del ilustrador británico Richard Merritt, ocupa el cuarto lugar en la lista de libros más vendidos de Amazon en Reino Unido. “Todos se beneficiarán del efecto antiestrés que puede proporcionar el aumento de la concentración y creatividad”, indica su descripción.

Y esto es precisamente lo que hace que un cuaderno para colorear atraiga a miles de adultos que hoy buscan, más que nunca, relajarse del bombardeo de estrés cotidiano, además de que está demostrado que los empleados que se involucran en actividades creativas fuera del trabajo tienen un mejor desempeño laboral.

“Debido a que colorear requiere enfoque, es muy meditativo y consciente”, dijo a The Telegraph Sally Austen, psicóloga clínica.

Y es que “estás completamente en el momento, en lugar de rumiar sobre el pasado o preocuparte por el futuro”, agregó Sally.

La idea también es relajarse en una actividad sin tener que estar bajo el escrutinio público.

Como enfatiza Austen: “(al colorear un libro) tampoco existe –y esto probablemente es muy importante– un elemento de competencia o posible fracaso, que es muy raro en estos días”.

Además, ¿quién no desea, aunque sea por un momento, ser niño otra vez?

Para el psicólogo organizacional Gary Fitzgibbon, “cuando las personas están bajo estrés, buscan poner su cabeza en un lugar que les recuerde una época en la que no tenían presiones y un entorno en el que todo se les brindó. Para la mayoría de las personas, ese lugar es su infancia”.

El jardin secreto2