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José Luis Marroquín/El Nacional

Los regios salieron de la ciudad este fin de semana para visitar los lugares turísticos de Nuevo León, uno de ellos; la presa “la boca” en Santiago.

Desde tempranas horas se pudo ver un aumento de carros en la carretera Nacional, lo cual provocó tráfico.

Las tiendas de conveniencia se abarrotaron de gente que pasaba a comprar cerveza, alimentos, carbón, todo lo necesario para tener una buena tarde.

Ya en el lugar, el calor era intenso, un ingrediente esencial para que el día se pudiera disfrutar de la manera que se debe.

Las familias se deleitaban con el ambiente de la música, y la convivencia con sus seres queridos. Esta vez no fue la típica carne asada lo que se veía en los asadores, en esta ocasión, predominaba el pescado asado y diferentes tipos de mariscos.

Por primera vez en mucho tiempo el espacio era reducido, las intensos días de lluvia que sean tenido en el año, han provocado que la presa estuviera a su máxima capacidad, lo que hizo que las personas no pudieran transitar con mucha rapidez.

“Recuerdo cuando los carros estaban más para allá, el espacio era grande y la gente podía caminar con más comodidad, ahorita estamos todos como que ahogados aquí por la falta de espacio” comentaba Susana Martínez que venía desde Escobedo a convivir con su familia.

La seguridad en el área se podía ver en cada cuadra, ya que elementos de Fuerza Civil caminaban por todo el sector, vigilando ante cualquier circunstancia en la cual fueran requeridos.

La música no podía faltar y grupos musicales como “Los Mier”, “Dezigual” entre otros, ponían a bailar a la gente. En las calles las personas disfrutaban de un viaje a caballo y claro sin faltar la foto del recuerdo.

Ya en la presa, el viaje en catamarán era algo para salir un poco del ruido y el poco espacio, para gozar de la tranquilidad, de los paisajes de los cerros y las construcciones de las casas modernas que están a los alrededores.

En las orillas los niños no se quedaron con las ganas y decidieron meterse al agua, con la supervisión de sus padres, sin dejarlos entrar más a lo profundo.

“Está muy fuerte el calor y los niños están desesperados y yo les dije métanse y sirve que se entretienen un rato, hasta yo quisiera meterme porque ahora sí que nos pegó el sol” mencionaba Silvia González del municipio de Monterrey.

Al atardecer se observó como poco a poco las familias salían de nuevo a la carretera, provocando una intensificación del tráfico hacia a Monterrey

Es así como las familias disfrutaron de la semana santa, sin la necesidad de salir del estado. Estas áreas turísticas cumplen con todos los requisitos para pasar un buen día, salir de la rutina y poder admirar lo que es la naturaleza.