Agencia/El Nacional
Las células madre han permitido la regeneración del tejido ocular en niños con cataratas y la reparación de la córnea en animales que habían perdido la visión, revelaron investigadores chinos y estadunidenses.
Se trata de un procedimiento pionero que logró éxito en doce niños chinos con cataratas, el cual se aplicó tras haberse probado en conejos y monos.
La técnica fue desarrollada por científicos de las universidades Sun Yat-sen (China) y de California en San Diego (Estados Unidos), informó un artículo de la revista Nature.
La catarata se elimina desde el interior del cristalino donde se aplican células madre a través de una pequeña incisión, las cuales se encargan de la regeneración del nublado cristalino.
Esta terapia devuelve la transparencia al cristalino y en consecuencia evita trasplantes o implantes artificiales, procedimientos con cierto riesgo para el paciente, muchos de los cuales son adultos o ancianos.
De acuerdo a los resultados de esa prueba clínica, el cristalino de los doce niños menores de dos años se regeneró en tres meses, en todos los casos sin complicaciones.
Los investigadores sostienen que la transparencia del campo visual en pacientes tratados con este procedimiento, es veinte veces mayor que en los pacientes pediátricos que reciben el tratamiento convencional.
El tratamiento con células madre es uno de los mayores logros de la medicina regenerativa, afirmaron.
Kang Zhang, uno de los investigadores, indicó a la BBC que la implantación de células madre en el ojo podría tener “un gran potencial” para el tratamiento de una amplia gama de enfermedades, desde la degeneración macular al glaucoma.
Las cataratas constituyen, junto al glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la primera causa de ceguera en el mundo.
Cerca de 20 millones de personas en el mundo están ciegas por causa de las cataratas, que se vuelven más comunes con la edad, aunque algunos niños nacen con ellas, la cual es denominada cataratas congénitas o infantiles.
Las cataratas se producen por un aumento de la opacidad del cristalino, lo que dificulta el paso de la luz a la retina y, por tanto, la llegada de la información visual al cerebro. El resultado es una pérdida progresiva de la visión.
Zhang afirmó que las pruebas con células madre ya han comenzado en ojos de personas mayores y adelantó que los resultados preliminares “se ven muy alentadores”.