10626502_750903308343260_2430216667718518500_n

Redacción/El Nacional

Aunque un tatuaje de henna es algo que parece sumamente inofensivo, para sorpresa de muchos, esta popular tendencia se ha convertido, según expertos, en un riesgo para la salud.

La henna es un producto natural que por si mismo no hace daño. Su color normal es café rojizo,pero no es muy oscuro lo mezclan con una sustancia que se llama parafenilendiamina, conocida también como “PPD”, se presenta en materiales como cauchos, cuero y tintes de cabello.

Su efecto en la piel, puede provocar quemaduras hasta de segundo grado, irritación dermatitis,alergias leves y localizadas y cicatrices que varían dependiendo de la sensibilidad de la persona.

Este componente está aprobado para tintes en una concentración del 6 % y no mayor del 2 % en uso cutáneo. Sin embargo, en los tatuajes la cantidad sube hasta el 15 %.

Los síntomas se manifiestan en varias etapas. Usualmente, unos días después de haberse hecho el tatuaje comienza a sentirse picazón, la zona afectada adquiere un tono rojizo y en algunos casos salen ampollas. Con el paso del tiempo, las personas pueden quedar con sensibilidad a este componente y el riesgo aumenta, según ambos expertos, cuando se presentan reacciones debido a otras sustancias como el “PABA” o ácido paraminobenzoico, presentes en los protectores solares.

La recomendación es acudir al médico tan pronto aparezcan estas reacciones para detectar el grado de afectación que causó el tatuaje en la piel, debido a que hay casos extremos en los que puede llegar a provocar urticaria y poner en riesgo la vida de la persona. Claudia Palacios, médica dermatóloga de la Clínica Dermatológica de Antioquia, aclara que el mensaje no es prohibir el uso de estos tatuajes, porque las personas encuentran en ellos múltiples ventajas, entre ellas, que disminuyen el riesgo de contraer enfermedades de transfusión como la hepatitis B.

“Lo importante es realizarse una prueba de sensibilización previa para conocer cómo reacciona la piel”, explicó.