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Redacción/El Nacional.

El 1 de marzo se elige una cuarta parte de los delegados partidarios que designarán a los candidatos por la presidecia de los Estados Unidos de América. Podría ser el trampolín decisivo para consolidar a Donald Trump y Hillary Clinton

Las primarias estadounidenses se dividen en 27 jornadas de votación, repartidas entre el 1 de febrero y el 14 de junio. Hasta acá hubo cinco días en los que se votó, en cuatro estados diferentes, que aportaron 186 delegados demócratas y 133 republicanos, que significan apenas el cuatro y cinco por ciento del total, respectivamente.

¿Qué tiene de “súper” el martes 1 de marzo? 

Que en un solo día se vota en 12 de los 50 estados, en un territorio no incorporado y entre los ciudadanos demócratas que residen en el exterior. El oficialismo elige a 1.034 de sus 4.761 delegados (un 22 por ciento), y la oposición republicana, 641 sobre 2.472 (26 por ciento).

Además hay comicios en el primer estado grande, Texas. Con 252 delegados, es el tercero más importante para los demócratas, después de Nueva York (291) y California (546). Para los republicanos es, con 155, el segundo más importante, sólo detrás de California (172).

Los otros estados en los que se concurre a las urnas el supermartes son, en orden de importancia, Georgia (116 delegados demócratas y 76 republicanos), Massachusetts (116 y 42), Virginia (110 y 49), Minnesota (93 y 38), Colorado (79 y 37), Tennessee (76 y 58), Alabama (60 y 50), Oklahoma (42 y 43), Arkansas (37 y 40), Alaska (28 republicanos) y Vermont (26 y 16). El partido gobernante elige también 10 representantes en el territorio de Samoa Americana, y 17 en el extranjero.

¿Cuáles son las otras fechas clave del calendario electoral?

 La primera que aparece es el martes 15 de marzo, cuando los demócratas reparten 792 delegados, y los republicanos, 367, en cinco estados y un territorio. Sigue el martes 26 de abril, con 462 y 172 en otros cinco estados. Y luego viene el martes 7 de junio, la penúltima jornada del proceso, en la que se asignan 806 y 331, en seis estados.

 Antes y un después del supermartes

A pesar de la escasa proporción de votos que se pusieron en juego hasta hoy, los malos resultados llevaron a muchos precandidatos, algunos de ellos muy importantes, a abandonar la carrera. Primero fue Martin O’Malley, que tras la pobre elección en el caucus de Iowa decidió desistir, dejando solos a Hillary Clinton y a Bernie Sanders.

 

En el caso de la oposición, de los 12 que se presentaron en Iowa, se mantienen sólo cinco: Donald Trump, Ted Cruz, Marco Rubio, John Kasich y Ben Carson. Dejaron la campaña Rand Paul, Carly Fiorina, Mike Huckabee, Chris Christie, Rick Santorum, Jim Gilmore y, más recientemente, Jeb Bush, que había comenzado como el favorito.

A lo largo de estas semanas, Clinton y Trump fueron consolidando su liderazgo. Si bien las elecciones entre la ex secretaria de Estado y Sanders vienen siendo muy parejas, al punto de que ella sumó 52 delegados, contra 51 de su rival, la diferencia se amplía a 505 contra 71 si se consideran los superdelegados. Éstos no los eligen los votantes, sino que son líderes partidarios que deciden apoyar a uno u otro precandidato.

 

La ventaja del magnate inmobiliario está más consolidada, porque la obtuvo toda en las urnas. Tiene 82 delegados, casi el doble que todos sus rivales sumados. Ted Cruz está segundo con 17, después aparece Marco Rubio con 16, y cierran John Kasich y Ben Carson, con 6 y 4 respectivamente.