Investigadores han demostrado que los ojos de los perros, algunos primates yosos contienen la misma molécula que es responsable de la magnetorrecepción, conocida como criptocromo 1a, y es parte del grupo de moléculas sensibles a la luz que ayudan a las bacterias, plantas y mamíferos a sus ritmos circadianos .
Aunque se cree que algunos mamíferos, como los murciélagos y las ratas topo, detectan los campos magnéticos hasta ahora, nadie había estudiado la presencia de croptocromo en los mamíferos.
Un equipo de científicos dirigido del Instituto Max Planck, en Alemania, ha demostrado por primera vez que el criptocromo 1ª está presente en la retina de los carnívoros como los perros , lobos, osos, zorros y tejones.
También estaba presente en las retinas de determinados primates, incluyendo los orangutanesy algunas especies de macacos.
Pero que quede claro, el simple hecho de tener criptocromo 1a no significa que necesariamente que estos animales son capaces de percibir campos magnéticos como hacen los pájaros, también existe la posibilidad de que la molécula podría estar jugando algún otro tipo de papel en sus ojos.
Pero los investigadores tienen buenas razones para sugerir que la presencia de la molécula es un signo de magnetorrecepción. Para empezar, el criptocromo 1a encontrado fue localizado en los segmentos externos de los conos sensibles a UV, y es un dato muy importante ya que es el mismo lugar, donde la molécula se encuentra en las aves.
A partir de ahí, se cree que criptocromo 1a se activa mediante campos magnéticos, lo que provoca una reacción en cadena que permite a los animales detectarlos. Este proceso es bastante complicado y, fascinante.