Redacción/El Nacional
Siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día pues es la que brinda la energía que se necesita para realizar todas las actividades pero, en el caso de los niños también ayuda a la concentración.
La neurobióloga Elizabeth Cabrera aseguró que los niños que no desayunan con regularidad, corren el riesgo de padecer un déficit cognitivo de más del 50 por ciento, lo que repercute en la velocidad de respuesta.
“A nivel químico, el cerebro requiere glucosa y oxígeno para trabajar de forma óptima, pues son estos dos elementos los principales encargados de generar la energía suficiente para que trabaje adecuadamente”, mencionó.
La especialista de la UNAM explicó que los niveles de glucosa en la sangre disminuyen durante las horas de sueño, y este bajo nivel de azúcar continúa si no se ingieren alimentos al despertar.
Por lo anterior, recomendó que antes de ir a la escuela o comenzar con las actividades cotidianas, los niños adquieran glucosa por medio de macronutrientes como los carbohidratos simples que se encuentran en la fruta y cereales.
El tiempo ideal para consumir alimentos es durante la primera hora después de levantarse pues aumenta la velocidad de respuesta.