Redacción/El Nacional
Todo tiene un antepasado, seguramente conocer el vestuario, los coches y algunos objetos que utilizaban tus padres; sin embargo, aprender o estudiar de la industria sexual en esa época es un
tema más complicado por eso te presentamos el antepasado de consoladores:
El vibrador sexual nació durante una consulta, donde un médico practicaba masajes en el clítoris a sus pacientes para que estas alcanzaran el orgasmo y así dar fin a la “histeria femenina”.
Sin embargo, en el pasado vendían los aparatos sexuales de una manera más sutil por ejemplo existía un dildo que era presentado para mejorar la circulación de las encías y la salud bucal pero, en realidad era un instrumento utilizado para la estimulación genital femenina. (ojo, que la forma de dedo no es por casualidad)
La razón de que todos los anuncios de vibradores electrónicos a principios de siglo estuvieran dirigidos para mejorar otras áreas de la salud corporal es el miedo a que si se publicaban explícitamente resultaran prohibidos.
Los dilatadores anales eran presentados para mejorar la digestión; la publicidad decía que eran recomendados por los doctores para mejorar el tracto intestinal y las dolencias propias del colon o de la próstata; pero, en realidad se usaban para otro asunto tanto en hombres como mujeres.
Los primeros vibradores sin electricidad, eran dispositivos acordes a la tecnología del momento con 
una mano se sujetaban y con la otra se daba vueltas a la manivela que movía el mecanismo vibratorio correspondiente. Además a finales del siglo XIX, apareció un modelo de dildo incorporado a una máquina de vapor.
Tiempo después los vibradores para la estimulación femenina se fueron vendiendo como productos sanitarios para mejorar la frigidez. En la actualidad los vibradores tanto femeninos como femeninos se pueden encontrar en cualquier Sex Shop.
