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Redacción/El Nacional

Según un grupo de científicos estadounidenses, consumir poca fibra, excederse con las grasas saturadas y los azúcares daña a la calidad del descanso nocturno.

Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron los datos de 25 personas de 35 años de edad media y peso estándar, dichos datos indicaron que los sujetos que ingieren más fibra, sus períodos de sueño son más profundos, reparadores y duran más; pero ocurre lo contrario en aquellos que toman más grasas saturadas. También, se encontró que el exceso del consumo de azúcar se vincula con una mayor probabilidad de frecuentes despertares durante la noche.

La autora principal del trabajo y profesora en el Instituto de Nutrición Humana del Centro Médico de la Universidad de Columbia, Marie-Pierre St-Onge, asegura que su investigación deja claro que el tipo de dieta influye en el sueño, que un solo día con un bajo consumo de fibra y un exceso de grasas alcanzaría  afectar los parámetros de descanso de esa jornada.

Dicha investigación indicó que los participantes del experimento que comían los menús (bajos en grasas y ricos en proteínas) preparados por una nutrióloga  ajustaban el sueño con más facilidad (en 17 minutos) que los que elegían sus alimentos, que tardaban 29 minutos en dormir.

“El hallazgo de la influencia de la dieta en cómo dormimos tiene grandes implicaciones para la salud, dado que se ha constatado el importante papel del sueño en problemas crónicos como la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”, añadió St-Onge.