Redacción/El Nacional
Luego del incidente suscitado en el penal del Topo Chico el pasado 11 de febrero y que se descubrieran los lujos con los que vivían los reos, las autoridades realizaron cateos en los otros reclusorios del Estado.
De las 9:00 a las 13:00 horas del martes, 766 elementos de Sedena, Fuerza Civil, Seguridad Penitenciaria, Procuraduría de Justicia del Estado, Seguridad Pública y la Comisión Estatal de Derechos Humanos asistieron al penal de Cadereyta en búsqueda de anomalías.
Mediante un comunicado, el Gobierno del Estado reportó que entre las pertenencias de los mil 944 internos solo encontraron cinco puntas de metal, dos memorias USB y un solo envoltorio de marihuana, además, negaron haber descubierto privilegios en las instalaciones.
Una situación que causó sospechas entre las autoridades es que durante el tiempo del cateo ningún familiar asistió al centro penitenciario, ni siquiera en el horario de visita y la explicación la encontraron en las redes sociales pues había publicaciones de algunos de los familiares en donde avisaban del operativo y recomendaban no asistir durante esas horas.
Hasta el momento se desconoce el origen de la filtración y si, al igual que los familiares, los reos estaban enterados de la revisión.
El 14 de febrero se realizó una inspección en el penal del Topo Chico en donde encontraron un bar, celdas de lujo que contaban con frigobares y climas, un acuario y baños sauna; días después visitaron la cárcel de Apodaca y también existían celdas de lujo además confiscaron drogas y televisores, entre otros artículos.