sexpareja3

Judith Espinoza/El Nacional

Una de las inquietudes y temores más recurrentes durante el periodo de embarazo se refiere a tener relaciones sexuales, sobre todo porque las mamás no se sienten cómodas con su cuerpo o porque temen hacer daño al bebé.

Algunas mujeres sienten un deseo mucho más intenso cuando están en espera, mientras que otras no están muy interesadas en ello. Otras  sienten que su apetito sexual fluctúa, dependiendo quizás de cómo se sienten física y emocionalmente.

Tal vez la mamá se siente demasiado cansada, indispuesta o irritable para hacer el amor, sobre todo durante el primer trimestre. En el segundo trimestre, por lo general, el deseo sexual aumenta, una vez que las náuseas y el cansancio se van estabilizando.
Sin embargo, el deseo disminuye, de nuevo, con frecuencia en el tercer trimestre, sobre todo en los últimos dos meses antes del parto; pues ya la mujer siente el abdomen muy grande, está dolorida o cansada para tener relaciones cómodamente.

“Si el embarazo es normal, se puede tener relaciones hasta justo antes de que se te rompa la fuente o bolsa de aguas, no deben preocuparse porque le va a hacer daño al bebé siempre y cuando no este contraindicado por algún motivo clínico. El cuello del útero está sellado por una gruesa membrana mucosa que lo protege contra infecciones” comenta la doctora Luz Mila Duque, Gestor Nacional de Riesgo de Coomeva EPS.

“Y aunque el orgasmo puede causar ligeras contracciones del útero, estas por lo general no son dañinas y además son temporales”

Lo que sucede es lo siguiente: La pelvis tiene más riego sanguíneo durante el embarazo, lo cual puede causar hinchazón de los genitales y aumentar las sensaciones de placer.

Además,  se tiene más flujo vaginal y humedad durante este periodo, lo que también puede ser una ventaja. Por otro lado, quizás estos cambios no generen comodidad y sienta que esa misma hinchazón produce una sensación incómoda.

Probablemente la causa más común de la disminución del deseo masculino durante el embarazo es el miedo de que la penetración pueda hacerle daño al bebé. Si el papá necesita que lo tranquilicen respecto a este punto, es importante que asistan en pareja a la consulta prenatal para que el doctor le pueda hablar del tema.

“Si algo le resulta incómodo, hay que dialogarlo con la pareja, incluso si es algo que antes hacían. Si la mamá percibe que siente deseo sexual, pero no disfrutas con la penetración, se pueden considerar otras actividades eróticas que no requieran la penetración. Experimenten para encontrar la forma de hacer el amor que les permita gozar a ambos”