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Redacción/ El Nacional

Luego de que la periodista Anabel Flores Salazar, fuera sustraída de su vivienda por un comando armado la madrugada del lunes, fue encontrada sin vida según aseguraron las Fiscalías Generales de Puebla y Veracruz.

La reportera fue secuestrada por 10 sujetos vestidos con uniforme militar, que viajaban a bordo de tres camionetas y portaban armas largas.

Su cuerpo fue encontrado en el municipio de Tehuacán, Puebla, el cual presentaba huellas de tortura, tenía el rostro cubierto por una bolsa azul y también se encontraba con las manos atadas.

La ahora occisa trabajaba para El Sol de Orizaba, El Mundo de Orizaba y El Buen Tono y dejó en la orfandad a un bebé de apenas 10 meses de nacido y otro niño de aproximadamente cuatro años.

Su asesinato se suma al de 16 homicidios contra reporteros durante la administración del gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa.

Exigen aclarar crimen El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en sus siglas en inglés), Artículo 19 y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exigieron al Gobierno mexicano resolver el caso de la periodista Anabel Flores Salazar y brindar protección a sus hijos.

También condenaron el hecho de que en un primer comunicado la Fiscalía estatal vinculó a la víctima con la delincuencia organizada sin haber realizado las investigaciones.

El CPJ destacó que Veracruz se ha convertido en una de las regiones más peligrosas para la prensa en todo el mundo, donde se limitan los derechos de los ciudadanos a acceder a información vital sobre el crimen y la corrupción.