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Agencia/El Nacional

El presunto terrorista abatido el 7 de enero ante una comisaría de París vivió en un albergue de refugiados en la ciudad de Recklinghausen (oeste de Alemania), informó la Oficina de Investigación Criminal (LKA) del estado federado de Renania del Norte Westfalia.

El director de este departamento, Uwe Jacob, dijo en rueda de prensa que el hombre estuvo varias veces en prisión en Alemania y fue investigado por diversos delitos, desde posesión de armas y tráfico de drogas a lesiones y acoso.

La policía del estado federado, que ha puesto en marcha una comisión de investigación, recibió informaciones de las fuerzas de seguridad francesas y registró ayer el lugar donde el sospechoso se alojaba en el albergue, sin encontrar pistas que apunten a posibles nuevos atentados.

Según Jacob, el hombre llegó a Alemania por vez primera en 2013, tras pasar cinco años de manera ilegal en Francia, y utilizó hasta siete identidades diferentes y tres nacionalidades distintas: tunecina, marroquí y georgiana.

“No sabemos con seguridad quién es exactamente”, reconoció el máximo responsable policial de Renania del Norte Westfalia.

El sospechoso llegó en agosto pasado a Recklinghausen, donde obtuvo un permiso de residencia como solicitante de asilo. Su último encontronazo con la policía alemana, por violación de la ley de armas, fue el 30 de noviembre.

El pasado 4 de enero, en vísperas del primer aniversario de la masacre en la revista Charlie Hebdo, murió por disparos de la policía francesa cuando aparentemente pretendía atacar con un cuchillo una comisaría en uno de los barrios más multiétnicos de París, al tiempo que portaba un falso cinturón de explosivos.

Los investigadores alemanes creen que actuó en solitario y descartan que tras él hubiera algún tipo de organización. De acuerdo con fuentes de la investigación en Francia, el supuesto terrorista había jurado lealtad al líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, y sobre su cuerpo se halló un papel con la bandera del grupo yihadista y una reivindicación manuscrita en lengua árabe.

El dominical ‘Welt am Sonntag’, que cita fuentes de las fuerzas de seguridad alemanas, señala que el hombre había solicitado asilo bajo el nombre de Walid Salihi, una de sus identidades.

En septiembre de 2015, según este periódico, había dibujado en la pared de un albergue de refugiados de Recklinghausen el símbolo del Estado Islámico. También el semanario ‘Der Spiegel’ afirma que se fotografió en la residencia con una bandera del grupo terrorista.

En un comunicado, el alcalde de Recklinghausen, Christoph Tesche, mostró su “conmoción” por la noticia y anunció que se reunirá con las autoridades competentes para analizar la situación.

La ciudad de Recklinghausen, en el estado de Renania del Norte Westfalia, fronterizo con Holanda y Bélgica, tiene alrededor de 115 000 habitantes y acoge en la actualidad a unos 1 200 solicitantes de asilo.

“Sigue siendo nuestro deber humanitario y legal dar un techo a las personas que huyen de su hogar porque temen por su vida. Pero también es nuestro deber, especialmente ante nuestros ciudadanos, trabajar con todas las autoridades competentes de forma intensa para evitar que personas con tales intenciones se oculten en nuestras instalaciones”, manifestó el alcalde.