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Redacción/El Nacional

Esta navidad el mejor regalo que pudo haber recibido Fernando Rodríguez, de 33 años, fue que su madre le donara un riñón para seguir viviendo.

La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG), informó que este acto de amor y generosidad entre hijo y madre se dio en el Hospital General de Irapuato; cuando la señora Teresa Arellano sin pensarlo dos veces, decidió donar a su hijo uno de sus riñones tras haber sido diagnosticado con Glomeruloesclerosis.

A los 23 años de edad Fernando fue diagnosticado y puesto en tratamiento por especialistas, con la posibilidad de recibir una donación; ya que solo había que esperar el momento adecuado para que sus defensas se encontraran al 100 y no existiera posibilidad de rechazo.

En 2014 tras una crisis de insuficiencia renal, fue entonces que recibió la noticia de que necesitaba un donador, y el dilema fue sencillo ‘vivir o morir’.

“En ese momento tienes miedo de todo, de no conseguir donador, te haces la pregunta de si funcionara, qué pasará, todo te da miedo, afortunadamente en el Centro Estatal de Trasplantes recibí orientación e información que me tranquilizó”, explica.

Gracias al éxito del trasplante, Fernando de vocación médico flebólogo (experto en varices) puede recuperarse en casa, y recibir las fiestas decembrinas con emoción.

“Fue un tiempo de mucho esfuerzo en el que acudía tres veces por semana a recibir hemodiafiltración”.

Expertos aseguran que este tipo de donaciones, es quizá, una de las de mayor generosidad, porque en vida se da vida a otra vida que está por apagarse.