A consecuencia de la contaminación que se ha presentado en las últimas semanas en China, la capital emitió una segunda alerta roja, la cual activa restricciones al tráfico y cierre obligatorio en todos los planteles educativos.
Se espera que una bruma de polución se asiente sobre Beijing, con 22.5 millones de habitantes y se estima que los niveles de PM2.5, las partículas suspendidas más diminutas y perjudiciales para la salud, superarán una concentración de 500 microgramos por metro cúbico, según el sitio web del Gobierno municipal.
Para evitar más contaminación la capital china decidió que sólo podrán circular la mitad de los automóviles de la ciudad, ya que la producción fabril quedará cerrada y prohibida hasta nuevo aviso.
Por otra parte, las escuelas de Beijing también permanecerán clausuradas por el momento y se exhortó a los vecinos de la ciudad y aledaños a ella, que eviten cualquier actividad al aire libre.
Cabe destacar que la visibilidad en algunas zonas de la capital se reducirá a menos de 500 metros, cuando se espera el peor dato de polución, indicó el gobierno de la ciudad.