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Cynthia Pardo/@elnacionalred

A pesar de algunas trabas que puso el ayuntamiento de Monterrey, un grupo de indígenas recibieron el año nuevo con danza y alegría.

Según una persona que decidió omitir su nombre se solicitó un permiso al ayuntamiento, en el mes de agosto del 2014 para poder hacer dicha actividad dentro de la Macroplaza, y en noviembre del mismo año fue aceptado, pero unos días antes del evento se los querían anular.

Los afectados, comentaron que no era justo tal cancelación pues expresaron que ellos cumplieron en tiempo y forma con solicitar la autorización para llevar a cabo dicho ritual.

Personas asistentes al ritual, mencionaron que la advertencia de la cancelación se las hizo saber el Secretario de Ayuntamiento, Jesús Hurtado, por inbox, debido a que según el mensaje no podían vender artesanías al momento de realizar la actividad, siendo una manera muy informal de dar el aviso y sin saber que la venta es un apoyo para los indígenas que no son del Estado y así pudieran regresar a su tierra.

También se indicó que se le hizo una invitación a la alcaldesa, Margarita Arellanes, pero ésta no se apareció, por tener una agenda muy ocupada.

La señora Grisela Ramos, quien forma parte de la asociación de grupos étnicos y de indígenas de Nuevo León,  explicó que el año saliente fue Ome Tochtli y el entrante es Yei Acatl y que tal celebración es muy importante para la cultura prehispánica.

“Ome Tochtli significa mucho  nerviosismo, estrés, inseguridad, incluso movimientos bruscos de clima y lluvia, mientras que Yei Acatl es crecimiento, grandes cosas y triunfos para las personas porque es lo que simbolizaba en nuestros antepasados”, mencionó.

Para la cultura purépecha el año nuevo se celebra en febrero, pero en la cultura azteca termina en marzo ya sea el 12 o 13 para comenzar uno mejor.